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Brazos al frente en el Bronx

Otro título en Yankees dependerá de la rotación abridora

Los Yankees podrían ganar la Serie Mundial. Pero de hacer, no será por historia, ni tradición ni nada de los otros elementos que hacen que la franquicia del Bronx sea algo único en el béisbol.

No, los Yankees podrían la Serie Mundial del 2012 contando con una actuación sólida en uno de los aspectos más importantes del juego. Es así de sencillo y a la vez así de difícil.

Cuando Nueva York conquistó su 27mo título en el 2009, utilizaron una rotación de tres abridores en la postemporada. Será difícil mantener dicho formato en la postemporada del 2012, debido a un calendario más compacto que hace tres años.

Ahora bien, para hacer una comparación veamos la rotación del 2009, que fue compuesta por CC Sabathia, A.J. Burnett y Andy Pettitte. Esta temporada Sabathia, quien ha lanzado como un verdadero as durante la gran mayoría de su tiempo en Nueva York, recuperó la forma en la recta final del año. Pettitte volvió no sólo de un retiro de un año, sino también de una fractura en el tobillo izquierdo. Y con todo eso se pareció al Pettitte en sus mejores tiempos. Aunque no haga falta recordarles esto, el veterano es el líder de todos los tiempos en victorias en postemporada.

Este octubre, en lugar de Burnett, los Yankees contarán con Hidoki Kuroda como uno de sus primeros tres abridores. El japonés había sido un buen lanzador de Grandes Ligas con los Dodgers, pero cuando los Yankees lo firmaron hubo escépticos que afirmaban que el derecho no tendría el mismo éxito en el Este de la Americana que en el Oeste de la Nacional.

Sin embargo, Kuroda ha sobrepasado su actuación de por vida en la mayoría de los departamentos de pitcheo este año. El diestro ha sido parte crucial de una rotación que tambaleó en varios momentos de la campaña regular. Si se guía por cualquier argumento razonable, Kuroda representa una mejoría al esencialmente sustituir a Burnett en la rotación de la postemporada.

Si cada uno de estos tres pitchers demuestra su mejor forma, los Yankees serán difíciles de vencer en cualquier serie. Se podría decir lo mismo sobre otras rotaciones de equipos clasificados, pero este trío en particular lleva un historial que lo coloca por encima de la mayoría. ¿Son estos Yankees tan buenos como la edición del 2009? No si nos guiamos por los números básicos de ganados y perdidos. Pero ése no es el tema. Esto depende de qué tan bien puede jugar un equipo durante un período otoñal de no más de 19 partidos.

Es fácil decir que Nueva York no será el mismo porque esta vez no cuenta con el mejor cerrador de la historia, el panameño Mariano Rivera. Pero los Yankees una vez más fueron la crema del Este de la Americana, con un bullpen encabezado por el dominicano Rafael Soriano y que hizo los ajustes de lugar para triunfar.

Del lado ofensivo, es justo decir que los Bombarderos probablemente dependan demasiado del jonrón. Pero esto tampoco es para ponerse uno histérico.

Normalmente los juegos de postemporada son de menos carreras que en la campaña regular, debido a la calidad de los cuerpos monticulares que precisamente llevaron a sus equipos hasta los playoffs. Los partidos muchas veces se deciden con un solo swing.

Entonces, los Yankees-que encabezaron las Grandes Ligas en cuadrangulares y con ventaja de 31 sobre el conjunto en el segundo lugar, los Orioles-son el equipo con más posibilidades de dar ese swing y decidir un encuentro con un jonrón. El Yankee Stadium es el estadio ideal para este tipo de ataques; el lineup de Nueva York es clase aparte cuando se trata de poder al bate.

En la temporada regular 10 integrantes de los Yankees conectaron 14 jonrones o más. Hubo nuevo con al menos 15 y cinco con más de 20. Los Yankees cuentan con poder en cualquier parte de su alineación. Son los Bombarderos del Bronx de verdad.

Ha habido lesiones de jugadores clave de Nueva York, pero el equipo ha tenido suficiente calidad y profundidad para aguantar todas las ausencias. Derek Jeter parece haber recuperado la forma, otro gran logro en una carrera bien admirable.

Tomando en cuenta todo, las aspiraciones anuales de los Yankees de ganarlo todo parecen ser realistas. Tienen auténticas posibilidades de coronarse, siempre y cuando vean los mejores resultados del trío que encabeza su rotación abridora.