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Canó decidido a salir de su bache en Marineros

ST. PETERSBURG -- Cada bateador en las Grandes Ligas pasa por un mal momento, pero el dominicano Robinson Canó no es como la mayoría de los bateadores. Por eso es sorprendente que el intermedista de los Marineros esté en un largo bache que antes de la acción del lunes lo tenía con promedio de .247.

Canó bateó de 4-0 en el último juego de la serie de Seattle ante Toronto y con rodadas de doble matanza dio fin a las amenazas de su equipo en la primera y tercera entradas, lo que lo dejó sin imparable en 11 turnos de los tres encuentros en el Rogers Centre--y buscando respuestas.

"No sé. Me siento bien. Le estoy tirando a buenos pitcheos", señaló Canó. "Creo que estoy bateando de foul pitcheos en medio de la zona de strike. No hay excusa para eso. Simplemente no me ha ido bien. Pero cualquiera que pase por esto debe mantenerse optimista".

Canó llevaba promedio de .304 para el 25 de abril, pero ha bateado .210 (de 105-22) en los siguientes 26 partidos y ha caído muy debajo de los .308 que tiene de por vida. En su carrera, el quisqueyano ha tenido un promedio por debajo de los .300 en una sola temporada como desde su año de novato con los Yankees, bateando .271 en el 2008.

Ha pasado mucho tiempo desde que Canó ha entrado a un bache de esta clase.

"Eso estaba pensando el otro día", expresó Canó. "Estoy pasando por un mal momento, pero todavía estoy bateando .250. Si me va bien durante dos meses, el promedio mejorará. Sé que soy humano y sé que Dios es bueno. Las cosas suceden por algo.

"Si no estuviera haciendo mi trabajo y tratando de mejorar, entonces podría indicar qué anda mal. Pero todos los días vengo a levantar pesas, a correr y hacer de todo. Simplemente las cosas no me salen como quiero".

Los Marineros dependen de Canó para impulsar carreras como tercer bate y también para embasarse y prepararle la mesa a su compatriota Nelson Cruz, quien tiene 13 jonrones solitarios entre sus 17 vuelacercas-cantidad que encabeza la Gran Carpa. El porcentaje de embasarse de .290 de Canó está muy por debajo del .356 que tiene en su carrera.

Canó conoce su swing mejor que cualquiera en el juego, y Seattle piensa que solamente es cuestión de tiempo para que el veterano comience a pegarle bien a la pelota después de unos pequeños ajustes que hizo al comienzo de la gira del club.

"Estoy seguro de que se siente frustrado", manifestó el dirigente de los Marineros, Lloyd McClendon. "Puede ser que esté un poco avergonzado. Eso es normal. Pero he visto que se ha parado mejor en el plato. He visto sus manos en una mejor posición".

"Creo que no nos debemos preocupar mucho por él", dijo el antesalista Kyle Seager, quien por su parte ha entrado a una racha de 10 juegos con al menos un hit. "Hasta los mejores bateadores tienen su mal momento. En el panorama de una temporada completa, suceden cosas así. Al final del año, sabes lo que ha aportado".

Lo que normalmente no verán es que Canó no pegue imparables en una serie o que conecte un par de roletazos que resulten en doble matanzas, y el dominicano lo comprende más que nadie.

"Quieres ayudar a tu equipo a ganar", expresó Canó. "En ocasiones con hombres en posición de anotar no he hecho mi trabajo. No quieres venir y pasar ocho, nueve, 10 horas al día y volver a casa pensando en lo que no hiciste para ayudar a tu club o lo que pudiste haber hecho mejor.

"Me fue mal hoy, pero a la vez, estoy tratando de mantenerme optimista y permanecer con el grupo. Puede ser que ahora me esté pasando a mí y después a otro. Entonces, debes apoyar a los muchachos. Lo último que quiero hacer es bajar la cabeza.

"Es una campaña larga", agregó. "Y espero que pueda darle vuelta a esto pronto".