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Christian Colón demuestra que es mejor ser héroe que famoso

NUEVA YORK -- Apártense un poquito Mark Lemke, Denny Doyle y tantos jugadores de cuadro poco famosos que en un sentido u otro, brillante o no tan efervescente, para bien o para mal, han sido enormes en la historia de la Serie Mundial.

Permiso, permiso, al dominicano Francisco Cabrera, que también tuvo horas de gloria a la hora buena en la postemporada, pese a que nunca fue una estrella en la campaña regular.

Guárdenle un espacito muy importante en la historia del Béisbol de Lujo a un jovencito relativamente desconocido que caminará ahora con la frente bien en alto y una enorme sonrisa a flor de labios por el resto de su trayectoria, llegue o no llegue a ser figura en la Gran Carpa.

Sí. Christian Colón, de Cayey, Puerto Rico, se une a la lista selecta de peloteros que están a la sombra de otros compañeros la mayor parte del tiempo, pero que saca la cara, en el escenario más importante de la pelota professional, la Serie Mundial, para decretar que su equipo, los Reales de Kansas City, logre la segunda corona absoluta en la historia de su franquicia y primera desde 1985.

De emergente en el duodécimo inning de un juego que estaba empatado 2-2, Colón conectó el cañonazo que remolcó la carrera que puso arriba a su equipo, que de inmediato se inspiró y reaccionó con cuatro rayitas más para decretar la crucial victoria por 7-2 sobre los Mets de Nueva York.

Antes de eso, Colón no había consumido turno alguno en la postemporada de 2015. De hecho, su mayor actividad en los encuentreos previos al Juego 5 de la Serie Mundial era como traductor de compañeros latinoamericanos que no dominan bien el inglés.

Pero. Esperen un momento. Eso no quiere decir que este pelotero de 26 años de edad sea un out por regla ni nada por el estilo. Todo lo contrario. Se había ido de 1-1 con una carrera impulsada en la postemporada de 2014 y en las campañas regulares de 2014 y 2015 bateó .333 y .290, respectivamente.

De hecho, no faltó quien asegurase en los camerinos de los Reales empapados de champaña de que estaba convencido de que este pelotero boricua daría el palo decisivo para decretar el triunfo de los Reales.

"Él siempre me dijo 'si me ponen a batear voy a dar una línea"', proclamó el abridor dominicano Johnny Cueto, confiado de que el jovencito boricua haría el trabajo.

El bateador designado cubano Kendrys Morales, otro veterano de mil batallas en las Grandes Ligas que al igual que Cueto debutó en 2015 con la franela de los Reales, siguió con entusiasmo el turno de Colón porque algo le decía que en ese momento se definiría el juego.

"Él se metió en dos strikes, dio como dos o tres fouls con los envíos rompientes y yo sabía como bateador que iba a dar el palo allí mismo", analizó Morales, que conoce a ciencia cierta lo que significa impulsar carreras por cuanto ha remolcado 100 ó más dos veces diferentes en las Grandes Ligas.

Por su parte, el jardinero boricua Alexis Ríos expresó palabras de admiración para su joven compañero de equipo y paisano que pegó un batazo tan, pero tan importante cuando las castañas estaban en el fuego.

"Ese fue el hit mas grande del juego", definió Ríos. "Es memorable lo que hizo, porque después de pasar tanto tiempo sin jugar y tomar un turno en una situación de estrés, se mantuvo calmado e hizo su trabajo".

Entretanto, el dirigente de los Reales, Ned Yost, llevó la epopeya de Colón a un capítulo más dramático al recordar que "lo sacamos del roster de la Serie Mundial el año pasado porque se fracturó un dedo y no pensábamos que estaba tirando bien la bola.

"Este año lo mantuvimos en el plantel", prosiguió Yost. "Y la razón por la cual lo hicimos es porque pensamos en esta organización que es un tipo que rinde a la hora buena, que es un ganador. Sabemos que si lo poníamos en una situación como esa iba a dar lo mejor de sí y lo que hizo [el domingo] fue algo bien especial".

Por supuesto, el apoyo de su dirigente y sus compañeros de equipo engrandece más la forma como Colón se siente de sí mismo, pero el egresado de la Universidad Estatal de California en Fullerton siempre estuvo convencido de que si le daban una oportunidad la sabría aprovechar.

"Yo estaba bien preparado desde el comienzo y el manager me dijo al inicio de esa entrada que iba a batear de tercero", explicó Colón, que buscaba una slider y eso fue precisamente lo que recibió en ese turno tan importante. "Estaba preparado para este momento. Sentí una gran alegría cuando salió el batazo, por mis compañeros, por mi familia".

Agreguen a esa lista a cientos de miles de aficionados de los Reales que ahora admiran, respetan y quieren mucho más a un joven que pasa a la inmortalidad como un héroe de Serie Mundial.