Determinados a dar la pelea
Tras mover sus piezas, D-backs creen que pueden contender

SCOTTSDALE, Arizona - Hay algo que deben saber acerca de los Diamondbacks. No lo están gritando a los cuatro vientos porque las predicciones en los entrenamientos suelen ser en vano. Y faltando tanto camino por recorrer, el club de Arizona está consciente de que muchas cosas pueden salir mal.
Pero lo que sí es obvio es que casi todo el mundo en los D-backs - desde la directiva hasta los jugadores - está entusiasmado tras una temporada baja de grandes cambios.
Los Gigantes quizás sigan siendo el mejor equipo en el béisbol y los Dodgers tendrán la nómina más alta. Pero los D-backs están convencidos de que serán un factor en el Oeste de la Liga Nacional y que están en posición de regresar a los playoffs. Simplemente reconocen que están satisfechos con su equipo, el cual sienten será apreciado por los fans y no debe pasar desapercibido.
Desde el momento que Kevin Towers tomó las riendas del equipo como gerente general después de la temporada del 2010, se imaginó un club que jugaría de cierta forma. Ahora quizás lo tenga.
"Cuando llegué por primera vez, éste es el tipo de equipo que esperaba tener", dijo Towers.
El manager Kirk Gibson, quien hace hincapié en los detalles y fue uno de los jugadores más intensos y competitivos que ha visto el béisbol, quiere lo mismo. Es decir, un equipo construido alrededor del pitcheo y la defensa, que juega con agresividad, que afronta los detalles con inteligencia y que no depende del jonrón para producir carreras.
Utilizando ese esquema, Towers construyó un equipo de los Padres de San Diego que ganó el banderín de la Liga Nacional en el 1998 y ha visto a los Gigantes de San Francisco coronarse como campeones de la Serie Mundial dos veces en los últimos tres años gracias a una estrategia similar.
Tras una campaña decepcionante en el 2012, Towers, Gibson y otros miembros de la directiva de Arizona dedicaron horas a crear una visión para el 2013. Los D-backs anotaron más carreras el año pasado que en el 2011, pero su pitcheo decayó, su corrido de bases fue pésimo y su enfoque no fue el indicado. Tuvieron marca de 64-41 en juegos en los cuales sonaron cuadrangulares y 17-40 en partidos en los que no se volaron la barda.
Para construir el club que había imaginado, Towers tuvo que tomar algunos riesgos, incluyendo uno que ha sido fuertemente cuestionado: Cambiar al estelar Justin Upton, de 25 años de edad, a los Bravos de Atlanta.
Como parte de ese canje, Towers adquirió al venezolano Martín Prado, de 29 años de edad, y de inmediato lo firmó a una extensión de cuatro años y $40 millones. Prado es una pieza clave de los nuevos Diamondbacks y no simplemente porque se convertirá en su antesalista titular.
Prado, más que cualquier otro jugador que Towers haya adquirido en sus últimos tres recesos de temporada con Arizona, refleja el tipo de equipo que los D-backs pretenden ser. A Prado se le apreciaba en Atlanta tanto como compañero como jugador.
"Creo que encaja bien", dijo Towers. "Es el primero en llegar al estadio y el último en irse. Pregúntale a Martín Prado en qué puesto quiere batear y te dice, 'Donde sea que me pongas'. ¿Que dónde se siente más a gusto jugando? 'Donde sea que me pongas'.
"Es un muchacho que quiere estar en la acción tarde en el juego con todo de por medio. Le gusta la presión. Quiere estar en el lineup".
Por su parte, Prado ha escuchado los halagos de los Bravos desde su partida y sabe lo que los D-backs esperan de él.
"Como profesional, no considero que soy uno de esos peloteros que tiene seis o siete herramientas", dijo Prado. "Pero creo que tengo suerte de ser un jugador bueno. Estoy consciente de lo mucho que me he esforzado y es un honor que la gente me respete. Voy a seguir aprendiendo, pero voy a compartir algunas cosas con mis compañeros. Es una temporada larga y los muchachos se convierten en familia. Lo que sea que puedas hacer para que todo sea más fácil ayuda".
Al final, todo recae en el pitcheo. Towers firmó al agente libre Brandon McCarthy y luce tener una rotación bastante profunda integrada por Ian Kennedy, Trevor Cahill y Wade Miley. Un grupo de jóvenes talentosos - Tyler Skaggs, Patrick Corbin y el panameño Randall Delgado - competirá por el puesto de quinto abridor. Towers también agregó experiencia y veteranía a su banca al conseguir a Eric Chávez, Eric Hinske y Rod Barajas.
Upton era el rostro de la franquicia, pero Towers y Gibson están convencidos de que estos nuevos D-backs pasarán todas las pruebas.
"¿Que quién es el rostro de la franquicia? No tenemos uno", dijo Towers. "Todas las noches, puede tratarse de un muchacho diferente".
Gibson y Towers han dejado en claro que están unidos en esta misión y que concuerdan en el estilo y composición de los renovados Diamondbacks. No hay un mánager que exhorte más a sus jugadores a la hora de perfeccionar los aspectos fundamentales del juego. Por lo tanto, fue muy doloroso terminar 13 juegos detrás de los punteros Gigantes en el 2012 después de haber tenido una desventaja de apenas dos juegos el 3 de agosto.
"Es un mal recuerdo", dijo Gibson. "Hay muy buena energía aquí (esta primavera). Así debe ser. Somos audaces, como dice todo el mundo. También tenemos mucho talento. Estamos tratando de desarrollar esa actitud y expectativa".