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Dominicano Miguel Sanó muestra poder y disciplina en el plato

MINEAPOLIS -- Torii Hunter, quien juega su 17ma temporada en las mayores, estaba en la caja de bateo la semana anterior, con la casa llena. Miguel Sanó, el toletero novato, le gritó algo a su compañero de los Mellizos de Minnesota desde la cueva.

No fueron sólo palabras de aliento. El dominicano Sanó estaba dando consejos de bateo a Hunter, de 40 años.

"¡Que la pelota venga hacia ti!", sugirió en repetidas ocasiones, con la intención de que Hunter no persiguiera un lanzamiento fuera de la zona de strike.

Paul Molitor, el manager de Minnesota, consideró "un poquito cómica" la escena en que el joven de 22 años advertía a Hunter que debía ser paciente.

"Pero fue algo bueno, porque creo que eso mismo que le estaba recomendando a Torii es lo que él hace también", dijo Molitor. "Y no es fácil hacerlo cuando eres un joven en una situación tensa".

Los Mellizos han colocado a Sanó en muchas de esas situaciones durante su incipiente carrera de dos meses. Y el quisqueyano, de hombros amplios y raíces haitianas, ha cumplido cabalmente, aportando hits muy oportunos.

En apenas 49 juegos, Sanó acumula 13 dobles, 13 jonrones, 40 impulsadas y una asombrosa cifra de .989 en slugging más embasado, enfrentando mayormente lanzamientos lentos. No ha jugado lo suficiente para que su estadística sea oficial, pero el único bateador con 50 turnos o más y con un mejor número que el de Sanó es el venezolano Miguel Cabrera, dos veces nombrado el Jugador Más Valioso de la Liga Americana.

Convocado a comienzos de julio desde la sucursal de la Doble A en Chattanooga, Sanó no tendría tiempo suficiente para superar al puertorriqueño Carlos Correa, campocorto de los Astros de Houston, quien se perfila como Novato del Año.

Pero un premio mayor para Sanó consistiría en guiar a los Mellizos hacia la conquista de un boleto de comodín para los playoffs en la Liga Americana. Con una foja de 67-63, Minnesota está a juego y medio de alcanzar a Texas, depositario por ahora del segundo y último pasaje, antes de que los Rangers jugaran el lunes por la noche.

Cabrera, quien está ahora con los Tigres de Detroit, ganó una Serie Mundial como novato, a los 20 años con los Marlins. Ese antecedente hace que Hunter sueñe despierto, aunque la posibilidad de que los Mellizos avancen tanto parece ahora muy lejana.

"No quiero decir que él va a tener los mismos números que Miggy ni nada por el estilo, pero su tipo de cuerpo, su presencia y todo lo demás se parece a lo de Miggy", afirmó Hunter. "Hay muchas similitudes, dejémoslo así".

La disciplina de Sanó en el plato, pese a que nunca jugó en la Triple A, enorgullece a los Mellizos. Acumula una altísima cifra de 74 ponches en 206 turnos, que lo convertiría en líder de las mayores en ese rubro indeseable si mantuviera el mismo ritmo en toda la campaña. Sin embargo, Sanó ha mostrado más disciplina de la que podría esperarse en alguien de su edad.

Ha recibido 33 boletos, casi uno cada seis veces que llega a la caja de bateo. Con un promedio de 4,34 lanzamientos por turno, Sanó marcha sólo detrás de Mike Trout, el astro de los Angelinos de Los ??ngeles (4,39), entre los peloteros de la Americana con 200 apariciones o más ante el plato.

"En cada turno al bate trato de descifrar al pitcher y busco el lanzamiento", dijo Sanó recientemente. "Cuando cometen un error, necesito hacer que lo paguen caro".

Dado que Trevor Plouffe es el antesalista y Joe Mauer luce en la inicial, los Mellizos han utilizado a Sanó principalmente como bateador designado. Mide 1,93 metros (seis pies y cuatro pulgadas) y pesa 117 kilos (260 libras). Muchos considerarían por lo tanto que seguirá desempeñando esa función permanentemente.

Pero los Mellizos han destacado que el pelotero de San Pedro de Macorís tiene capacidad suficiente para estar en primera o tercera cuando haya una vacante. Se le contrató a los 16 años, como torpedero.

Aunque desde luego, el legado de Sanó llegaría con el bate, sin importar su calidad en el cuadro. No acumula turnos suficientes para una estadística oficial, pero su promedio de .287 es por mucho el mejor de los Mellizos.

"Él va a conectar sus jonrones cuando se concentre en ser un buen bateador", dijo Molitor. "Cuando se vuelve un poco codicioso, ha pagado algunas veces las consecuencias. No lo culpo, con semejante talento... pero ser un buen bateador es lo que le dará valor".