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Feliz Paulo Orlando al hacer historia por Brasil

KANSAS CITY -- Imagínese a Paulo Orlando como centro delantero, a punto de marcar un gol, con el Maracaná lleno hasta la bandera. Sí, ese era el sueño del hoy guardabosque de los Reales de Kansas City, pero a veces el deporte le puede abrir a un joven talentoso un camino inesperado hacia el éxito.

"De pequeño, me gustaban muchos deportes, tenía el sueño de ser un jugador de fútbol", comentó Orlando a una pregunta de LasMayores.com. "Sin embargo, una vez conocí el béisbol, tenía el sueño de jugar en las Grandes Ligas".

Y qué clase de manera de coronar un anhelo. En apenas su primera temporada en la meca de la pelota, Orlando hace historia como el primero de la tierra de la samba en el Clásico de Octubre.

De 29 años de edad y nativo de Sao Paulo, Brasil, Orlando es el fruto de su arduo trabajo en las menores y de su progreso en la pelota invernal. A la vez, sale de toda una nueva cantera de jugadores de su patria dedicados exclusivamente al mundo del diamante.

"Todo ha cambiado mucho [en Brasil]", comparó Orlando, que en la postemporada suele entrar por el jardinero derecho titular de los Reales, el boricua Alexis Ríos, en las postrimerías de cada juego con propósitos defensivos. "Ya no es solamente la colonia japonesa que viene jugando al béisbol. Hay muchos brasileños de madre y padre dedicados a la pelota.

"Al abrirse la academia de las Grandes Ligas [en Brasil], se han interesado más por esos jugadores que son más altos, fuertes, ágiles, al estilo norteamericano", detalló Orlando. "Llevan muchos scouts y con eso, por supuesto, salen más jugadores".

Lo mas interesante de todo esto es que el "nuevo" sueño brasileño no se circunscribe únicamente al guardabosque de los Reales, firmado originalmente por la organización de los Medias Blancas de Chicago en 2005.

"Los últimos dos o tres años vienen llegando jugadores a las Grandes Ligas, Yan Gomes, Andre Rienzo, yo este año", expresó Orlando. "Hay muchos peloteros [brasileños] en las ligas menores que están en Doble-A, algunos hasta Triple-A. Espero que sigan firmando cada día más".

El camino de Orlando al Béisbol de Lujo tuvo un repunte enérgico en los tres años más recientes, gracias al hecho de que pudo pulir sus habilidades naturales en la exigente pelota invernal venezolana con los Cardenales de Lara. El guardabosque de los campeones de la Liga Americana ha jugado en las tres campañas más recientes a ese nivel, bateando para un porcentaje total de .312 en 144 partidos.

"Jugar en Venezuela me ha ayudado mucho", agradeció Orlando. "Allí tienen un nivel muy grande y todos los días tienes que medirte a un pitcheo bien difícil. Debido a eso, he aprendido mucho del juego".

Quizás al occidente de la tierra de Simón Bolívar, más de un aficionado a la pelota le estará deseando bien en el Clásico de Otoño.

"Para mi es un orgullo representar a mi bandera, a todo un país", dijo Orlando. "Ahora muchos amigos vibran con un fly o con un hit, en vez de un gol, pero la emoción es la misma. Cuando debuté en las Grandes Ligas siempre me seguían gracias a la aplicación [de MLB] por teléfono. Mucha gente me apoya y me envía mensajes positivos. No todos los canales televisan juegos de pelota a Brasil. ESPN lo hace por un par de juegos de fin de semana".

Es bien seguro que muchos de esos amigos y familiares estarán sintonizados con cada detalle de la Serie Mundial. No irán a gritar "goooooool", como si fuera un Mundial de Fútbol, pero sí estarán bien felices cuando su hijo beisbolero ilustre ejecute una de sus grandes atrapadas en los frondosos jardines del Kauffman Stadium.