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Guerrero enfrenta con firmeza los obstáculos en L.A.

SURPRISE, Arizona -- Cuando se habla de la experiencia del pelotero cubano recién llegado a los Estados Unidos, se menciona la adaptación al béisbol de aquí, un nuevo país y un nuevo idioma.

Sin embargo, en el caso de Alexander Guerrero, hay más ajustes que hacer todavía. Primero que nada, el infielder cubano viene de no jugar durante todo el 2013. Y segundo, trata de aprenderse una nueva posición a la vez que lucha con varios jugadores más por la titularidad en los Dodgers-equipo con enormes expectativas para el 2014.

"Es un reto muy grande", le dijo Guerrero a LasMayores.com. "Desde (el invierno cuando estaba en) Dominicana para acá me dijeron que me iban a cambiar de posición. Desde ese momento he tratado de dar lo máximo todos los días para (aprender) la posición lo más rápido posible".

La posición es la segunda base. Para Guerrero, quien fue torpedero toda la vida en Cuba con Las Tunas en la Serie Nacional y con seleccionados de su país, la transición a la intermedia no ha sido fácil. De hecho, todo luce indicar que Dee Gordon, quien también viene de ser campocorto durante la mayoría de su carrera, se quedará con el puesto para el inicio de la temporada regular. También luchan por tiempo de juego en la segunda Justin Turner y Chone Figgins.

Aunque Guerrero quisiera ser parte del equipo grande como intermedista titular, lo más importante hasta ahora ha sido reintegrarse al béisbol luego de un año entero sin jugar ante su deserción de Cuba.

"He trabajado muy duro y ahora me siento mucho más cómodo en la posición", dijo el pelotero de 28 años de edad. "Hay tres, cuatro muchachos que tienen mucho talento. Estamos trabajando fuerte y todo por el bien del equipo. El que juegue mejor es el que va a abrir en el equipo".

Además del cambio de posición y el reto de volver a jugar después de tanto tiempo-nada más y nada menos a nivel de Grandes Ligas ahora-Guerrero ha tenido que aprender todo un nuevo estilo de vida.

Su hermano, quien lo acompañó en la República Dominicana durante su tiempo de allá, no ha podido viajar a los Estados Unidos. Su esposa y dos hijos siguen en Cuba, aunque el jugador tiene la esperanza de que puedan unirse a él este mismo año.

Por el momento, Guerrero depende del traductor que le asignaron los Dodgers para moverse fuera del ámbito de béisbol y adaptarse a su nuevo ambiente.

"El idioma, la cultura, el entrenamiento que es distinto al de Cuba", dijo Guerrero al hablar de los obstáculos que ha enfrentado en Arizona, donde entrena el equipo de Los Angeles. "Fuera del terreno (hace falta) la familia. Todo es muy difícil".

REINTEGRADO AL BÉISBOL
Con un contrato de cuatro años y US$28 millones, Guerrero empieza de nuevo en el diamante. Al no jugar en el 2013, el aspirante a intermedista ha chocado con una nueva realidad.

"Ya hace un año que no he jugado y ahora en un béisbol que tiene más nivel que en todo el mundo", comentó Guerrero, quien se vio limitado a 12 juegos con los Gigantes del Cibao en Dominicana en el invierno del 2013-14". Hay que ponerse duro porque la pelota de aquí es muy fuerte.

"Tú te enfrentas a un nivel donde todo es más rápido, los pitchers tienen más velocidad, se equivocan menos", continuó el cubano, quien antes de la acción del martes lleva promedio de .250 en 11 partidos en la Liga del Cactus. "Cuando llegas a las bases tienes que estar activo porque de repente (te atrapan). Y hay que agarrar el timing a la defensa en una posición que es nueva".

A SEGUIR PULIÉNDOSE EN LA SEGUNDA
Los Dodgers firmaron a Guerrero con la idea de convertirlo en intermedista. Es un experimento que ha sido de altibajos en Arizona. Con los entrenamientos algo apresurados debido al inicio de la temporada de Los Angeles el 22 de este mes en Australia, algunas decisiones tendrán que tomarse más rápido de lo normal.

Ante esa realidad, hay buenas posibilidades de que Guerrero empiece la campaña regular en Triple-A. De ser así, el infielder tratará de aprovechar lo más que pueda con el fin de prepararse para un eventual debut en Grandes Ligas.

"La dirección va a decidir lo que sea más conveniente en ese momento para el equipo", dijo al respecto. "Si empiezo en liga menor, (habrá que) esforzarme cada día más y en caso de estar arriba, hacerlo bien.

"Si deciden que vaya a liga menor por un tiempo para buscar más juego y para adaptarme más al sistema, voy a entrenar fuerte todos los días y voy a seguir con mi trabajo, que es jugar pelota".