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Huella imborrable en el nido

Moore: Difícil imaginar a Mark McGwire fuera de San Luis

No había forma de que yo pensara que Mark McGwire duraría como coach de bateo de los Cardenales de San Luis cuando fue contratado antes de la temporada del 2010. Además de sus 583 jonrones de por vida y sus 12 viajes al Juego de Estrellas como jugador, el "Big Mac" tenía ese problema con las sustancias prohibidas. Luego decidió desterrarse completamente del juego.

McGwire también se caracterizó por ser un hombre demasiado introvertido. Es por eso que pensé que todo el circo mediático alrededor de su nuevo rol con los Cardenales lo mandaría de regreso a las sombras. Incluso después de sorprender a medio mundo al permanecer como el coach de bateo de San Luis por un tiempo, lo más seguro es que no brillaría, ¿o sí?

Lo cierto es que McGwire brilló, y brilló lo suficiente durante tres años que el resto de la Liga Nacional necesitó lentes de sol para protegerse del resplandor producido por sus bateadores en los Cardenales. Ningún equipo en la Liga Nacional tuvo un promedio general de bateo tan alto durante el período de McGwire como instructor en San Luis, y sus bateadores quedaron empatados en la cima de la liga en carreras anotadas durante esos tres años.

Lejos de ser una coincidencia, los Cardenales ganaron la Serie Mundial en el 2011 con la ayuda de McGwire, y tuvieron suficientes momentos de bateo oportuno esta temporada para llegar hasta el Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

Ahora viene lo inesperado: McGwire está a punto de transferir su talento del Río Mississippi al Océano Pacífico.

Los Cardenales le ofrecieron a McGwire una extensión de contrato, pero la rechazó, y el ex cañonero le ha dicho a varias personas de su confianza que desea unirse a los Dodgers de Los Ángeles como su coach de bateo por razones personales. Dicha maniobra pondría a McGwire muy cerca del Condado Orange, donde su esposa e hijos residen.

Simplemente suena extraño: ¿McGwire vistiendo el uniforme de los Dodgers?

Es un Cardenal. Siempre será un Cardenal. Mientras esté involucrado en el béisbol, McGwire debería quedarse con los Cardenales. Y, sí, lo sé. Pasó los primeros doce años de su carrera jugando para los Atléticos de Oakland en comparación con sólo cinco en San Luis hasta el 2001, pero el ex cañonero se convirtió en un pelotero más prominente con los Cardenales.

No sólo eso, los Cardenales le dieron a McGwire una oportunidad de convertirse en su coach de bateo que pareció ridícula en ese momento.

Tras retirarse al final de la campaña del 2001 y desterrarse por completo del mundo del béisbol, McGwire reapareció nueve años mas tarde para anunciar a través de un comunicado enviado a la Associated Press que consumió sustancias prohibidas como jugador.

Aun así, los Cardenales lo llamaron, y Tony La Russa hizo ese llamado. El ahora retirado timonel dirigió a los Atléticos cuando McGwire pasó su primera década en Ligas Mayores en Oakland a partir de 1986. Casi una década después, durante las cinco temporadas de McGwire como jugador con los Cardenales, La Russa era su manager una vez más. Ambos continuaron con su relación, incluso después de que McGwire se alejó del juego por todo ese tiempo, y cuando La Russa siguió su camino al mando de los Cardenales para llegar al Salón de la Fama.

Entonces, en octubre del 2009, La Russa decidió llamar a McGwire sin importarte su falta de experiencia como instructor, su previo uso de sustancias prohibidas y su poco contacto con los medios. McGwire le dijo a la AP después de convertirse en coach de bateo de los Cardenales: "Voy a meterme de lleno en este trabajo".

Y así lo hizo. En gran forma. Matt Carpenter, David Freese y Allen Craig se encuentran entre muchos jugadores de los Cardenales que McGwire transformó en sólidos bateadores.

Ahora McGwire va en camino a los Dodgers, ¿pero saben qué? Realmente no importa. McGwire siempre será un Cardenal.