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Joey Gallo lleva sus herramientas a Grandes Ligas ahora

Después de apenas 34 juegos y 146 veces al plato en Doble-A esta temporada, empieza la era de Joey Gallo en Texas, debido a la lesión del dominicano Adrián Beltré.

Gallo, el prospecto número 1 de los Rangers, empezó tarde su temporada del 2015 debido a una cirugía en un tobillo. Pero desde que arrancó el 25 de abril, ha dado nueve jonrones en apenas 34 partidos.

De hecho, a pesar de empezar tarde su campaña, Gallo-el prospecto número 9 del béisbol-estaba tercero en cuadrangulares y cuarto en empujadas en la Liga de Texas. Además, estaba segundo en slugging con .636 y OPS (porcentaje de embasarse más slugging) con 1.061, detrás del puertorriqueño Carlos Correa (ascendido a Triple-A hace poco).

Sí, hay un elevado número de ponches en su juego (49 K), su cantidad de bases por bolas (24) le ha ayudado a alcanzar porcentaje de embasarse de .415. Llevaba promedio de .314.

Esos números son bastante buenos, pero estamos hablando de la Liga de Texas. ¿Qué podemos esperar del joven de 21 años a nivel de Grandes Ligas? Eso depende de cómo se le lance y cómo él maneje lo que vea.

No esperen que Gallo vea muchos buenos pitcheos al principio, desde su debut el martes contra los Medias Blancas. Lo más probable es que los lanzadores le tiren a las esquinas para ver a cuántos pitcheos les tirará el bateador zurdo. Si Gallo "se va a pescar", podría confrontar problemas.

Sin embargo, hay que reconocer que Gallo ha exhibido una habilidad mayor de lo esperado a la hora de hacer los ajustes desde que salió de la escuela secundaria. Si puede superar la etapa de que los equipos traten de provocar que les tire a malos lanzamientos, y a la vez meterse en buenos conteos, podría hacer bastante daño. Su responsabilidad será no tratar de hacer más de la cuenta, usar todo el terreno e intentar batear para la banda contraria lo más posible.

Si Gallo puede llegar profundo en los conteos de manera consistente, podrá exhibir el poder que le ha permitido conectar 40 jonrones o más en cada una de las últimas dos temporadas.

De su parte, los Rangers deben tratar de protegerlo en el lineup, de ser posible. Para ello, pondrían a un productor de carreras detrás de él.

Del lado defensivo, la mejor herramienta de Gallo en la tercera base es la fuerza de su brazo. Con el salto a Grandes Ligas, debe esperarse cierta falta de alcance y tiros desviados en ocasiones. Si puede hacer las jugadas de rutina en la esquina caliente, los fanáticos de los Rangers deben de quedar complacidos. El joven es capaz de eso mismo.

Ahora bien, cuando se trata de Gallo, la parte ofensiva es lo más relevante. Esperen altas cantidades de ponches. Es difícil que batee ni cerca de los .314 que tenía en Doble-A. Pero si puede trabajar la cuenta, va a poder aprovechar errores del pitcheo contrario y dar unos batazos bien largos.