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Jugadores con un papel clave en el esfuerzo antidopaje

Los jugadores consiguieron lo que querían. El mensaje es que no está bien hacer trampa, que eso no se tolerará y que ellos mismos deben asumir un papel activo en el esfuerzo por erradicar del béisbol las sustancias para aumentar el rendimiento.

Los peloteros quieren que los "tramposos" sean castigados. Están a favor de sanciones más drásticas también. Estuvieron furiosos el año pasado cuando Ryan Braun se escapó de una suspensión y aplaudieron cuando el toletero de Milwaukee fue suspendido por el resto de esta temporada.

"Creo que es algo que probablemente debió ocurrir el año pasado", dijo el bateador designado de los Rangers, Lance Berkman.

Las actitudes de los jugadores posiblemente no hayan cambiado mucho en la última década. Probablemente nunca haya habido un momento en que la mayoría de los ligamayoristas estuvieran consumiendo sustancias para aumentar el rendimiento.

Lo que sí ha cambiado es que los peloteros están hablando sobre el particular-no sólo con los reporteros, sino también con los directivos del sindicato de jugadores. Ya son cosa del pasado los tiempos en que la Asociación de Jugadores luchaba a cada paso contra los esfuerzos por implementar pruebas antidopaje.

"Simplemente quiero asegurar que el juego se realice de una manera limpia y debida", dijo el cerrador de los Yankees, el panameño Mariano Rivera.

Agregó lo siguiente David Murphy, jardinero de los Rangers: "Para los que no hemos hecho trampa, hemos trabajado mucho y hemos hacer todo lo que tenemos que hacer para llegar hasta donde estamos en este juego, es difícil ver un terreno nivelado cuando hay muchachos que han hecho trampa. Creo que definitivamente vamos en la dirección correcta."

Los jugadores saben que una prueba positiva de un solo pelotero empaña la reputación de todos. Major League Baseball jamás erradicará por completo las sustancias para aumentar el rendimiento-así es la realidad.

Mientras estén involucradas personas competitivas, habrá algunas que buscarán la manera fácil-por más macabra que sea. Pero el béisbol de Grandes Ligas tiene el mejor programa de pruebas en esta tierra.

También están trabajando juntos en este esfuerzo los jugadores y los dueños. La suspensión de Braun es una victoria para los peloteros, porque éstos procuraron que se escucharan sus voces.

Los jugadores se molestaron cuando el dominicano Melky Cabrera cumplió una suspensión de 50 juegos y luego consiguió un contrato de dos años y US$16 millones de los Azulejos. Ahí es que los jugadores empezaron a expresar su apoyo por castigos más fuertes para los que salen positivos en primera instancia. Viene eso, al igual que vienen más suspensiones por la Clínica Biogénesis.

De alguna forma, eso es bueno. Durante varios años, los jugadores y los dueños de equipos estuvieron en desacuerdo en cuanto a pruebas por esteroides. En una confrontación ya de leyenda durante las negociaciones del 2002, el propietario de los Orioles, Peter Angelos, retó a un directivo del sindicato a llevar a los jugadores a la huelga a raíz del tema de las pruebas.

El gremio hizo lo correcto al acceder a someter a sus miembros a pruebas por esteroides y, en varias ocasiones desde entonces, ha acordado fortalecer el programa antidopaje. Su líder, Michael Weiner, no ha dejado dudas en torno a la posición del sindicato.

Es asombroso que haya sido criticada la investigación de Biogénesis de parte de MLB. ¿Cuás es la alternativa? ¿Hacer la vista gorda? ¿Permitir que los peloteros hagan lo que quieran?

¿Cuál mensaje enviaría eso a los jugadores? Si estrellas como Braun pueden consumir sustancias para aumentar el rendimiento, ¿qué puede pensar un jugador del montón que lucha por un puesto?

Aquí lo importante es hacer lo correcto. Si eso significa tener que fumarse una serie de titulares negativos, que así sea. El béisbol ha sobrevivido cosas mucho peores.

Además, en Milwaukee hubo cierto alivio ahora que los Cerveceros pueden prepararse para el 2014 y Braun puede reanudar su carrera la próxima temporada.

"Siempre ha habido esa incertidumbre, al no saber qué iba a pasar", dijo el gerente general de los Cerveceros, Doug Melvin. "Yo me alegro, y creo que como organización nos alegramos de que Ryan, el sindicato y la Oficina del Comisionado hayan acordado tomar esta decisión sabia para el béisbol y para nuestra organización."

Cada jugador que decida hacer trampa sabe lo que pone en juego. No sólo sabe que puede terminar en la cárcel y que puede dañar su salud, sino también que puede perder su buena fama y su carrera. Braun tendrá muchos años para tratar de que la gente cambie de idea en cuanto a él, pero es posible que nunca pueda restaurar su buena reputación.

El comisionado Bud Selig y los dueños jamás iban a poder limpiar el béisbol ellos solos. Necesitaban que los jugadores pusieran de su parte, no sólo con palabras, sino con acción. Eso ha ocurrido. Ese es uno de los mensajes más importantes transmitidos esta semana.