Lackey pretende llevar a Boston a la tierra prometida

BOSTON - La última vez que John Lackey abrió un partido decisivo de una Serie Mundial fue el 27 de octubre del 2002, cuando como novato se adjudicó la victoria por los Angelinos sobre los Gigantes en el Juego 7.
El miércoles en el Fenway Park, como todo un veterano que ha ganado 138 juegos en campaña regular (más cinco en postemporada)--además de recuperarse de una cirugía Tommy John-Lackey se subirá al montículo por los Medias Rojas contra los Cardenales con la oportunidad de ayudar a su equipo a sellar su primer título desde el 2007.
De lograr eso, sería la primera corona conquistada por los Patirrojos en la ciudad de Boston desde 1918.
"Definitivamente, estamos confiados", dijo Lackey, quien en esta postemporada lleva marca de 2-1 con efectividad de 3.26 y 20 ponches en 20.1 entradas ante Tampa Bay, Detroit y San Luis. En su primera apertura de esta serie, que fue en el Juego 2 el jueves pasado, el derecho de 35 años recién cumplidos permitió tres carreras y cinco hits en 6.1 entradas. Fue una "salida de calidad", a pesar de Lackey cargar con la derrota.
Los Medias Rojas tuvieron 53-28 en casa durante la temporada regular-el mejor récord de la Liga Americana-y llevan 5-2 en playoffs/Serie Mundial. Ahora Lackey pretende ser protagonista de una celebración que no se ve aquí en 95 años.
"Jugamos bastante bien aquí en esta campaña", dijo Lackey. "El ambiente va a estar buenísimo. Los fanáticos van a estar locos.
"Pero aun hay que enfocarse en la tarea y ejecutar. Hay que jugar béisbol. Todavía nos falta una victoria".
En el Juego 4 de la serie el domingo, Lackey lanzó una entrada en calidad de relevista-su primera presentación de esa naturaleza desde el 2004-sin permitir carreras en un triunfo de Boston. En dicho partido hizo 17 lanzamientos, pero asegura el texano que eso no lo afectará para el miércoles.
"La intensidad obviamente es un poco diferente cuando uno abre, en vez de tirar desde el bullpen", expresó Lackey. "El número que pitcheos que hice no debe de ser factor".
Para Lackey, ganar el Juego 6 en Boston sería la culminación de un repunte en su carrera y también en su popularidad con la fanaticada local. El veterano cayó en cierta desgracia luego de registrar efectividad de 6.41 en el 2011 y perderse todo el 2012 por la cirugía para reconstruirle el codo de lanzar, que fue en medio de un contrato de cinco años y US$82.5 millones con los Patirrojos. Pero el 2013 ha sido diferente, ya que un Lackey mucho más esbelto tuvo promedio de carreras limpias de 3.52-su mejor vistiendo el uniforme de los Medias Rojas-y su más eficiente proporción de ponches y bases por bolas desde el 2007.
"John recibe todo el crédito por reacondicionar su cuerpo. Con todo lo que hizo en la temporada muerta, para mí estaba claro que tenía tantas oportunidades de hacer un impacto en este equipo como cualquiera", dijo el manager de Boston, John Farrell. "Creo que ha enseñado un lado diferente este año. Eso tenía que empezar con su actuación en el montículo, que ha sido muy consistente.
Pero también es por la forma en que ha interactuado con la gente aquí", continuó el capataz. "Tal vez haya cambiado la percepción con John, como debe ser. Todo eso se debe a John".
Y claro, en caso de llevar a los Medias Rojas a una victoria el miércoles, su legado estará sellado en Nueva Inglaterra-al igual que en Anaheim, donde dejó huella hace 11 años.
"Sería algo grande", dijo Lackey acerca de esa posibilidad. "En cuanto mí en lo personal, sólo estoy pensando en ejecutar mis pitcheos y ganar un juego. Espero que lleguemos a ese punto".