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Logro notable de los campeones

San Luis superó de todo para volver a los playoffs

SAN LUIS - Cero Albert Pujols. Cero Tony La Russa. Cero Dave Duncan. Cero Chris Carpenter hasta hace poco. Muy poco Lance Berkman. Pero para los Cardenales, nada de catástrofes.

San Luis aseguró el segundo comodín de la Liga Nacional con la derrota de los Dodgers en la madrugada del miércoles.

Tradicionalmente, cuando un equipo clasifica para los playoffs gracias no a una victoria, sino una derrota de su rival por el puesto, se dice que entró a la postemporada "por la puerta de atrás". Sin embargo, es injusto decir eso cuando se trata de los Cardenales.

Los campeones tuvieron que superar obstáculos por montones. Se fueron figuras como el jugador más prominente de Grandes Ligas, uno de los managers más respetados y uno de los coaches de pitcheo de más éxitos. Y después de eso, San Luis empezó la campaña con marca de 20-11 aun cuando hubo lesiones de peloteros clave.

Cuando regresaron algunos de los jugadores de importancia, los Cardenales no arrasaron con todo, sino que hicieron lo suficiente para entrar a los playoffs bajo el nuevo formato de dos comodines. Cuando conquistaron el comodín del 2011 en la Nacional, borrando una desventaja de 10.5 en agosto, terminaron la temporada regular con récord de 90-72.

Esta edición de San Luis, teniendo que hacer muchos ajustes y enfrentando muchas adversidades, terminará con una marca similar en el 2012. ¿Podrá este equipo igualar lo que hicieron los Cardenales hace un año y ganar la Serie Mundial? Eso es como pedir las estrellas cuando ya tienes la luna. Pero vaya, es la meta compartida entre 30 franquicias de Grandes Ligas.

Este año será más difícil. Ahora los ganadores de los comodines serán castigados con la necesidad de jugar un partido de vida o muerte, en vez de tener un pase directo a la Serie Divisional. Los ganadores de los comodines tendrán que utilizar su mejor pitcheo para ganar dicho encuentro.

Los Cardenales jugarán en Atlanta el viernes para decidir cuál de los dos pasará a la ronda divisional.

El lunes por la noche, luego de derrotar a los Rojos en el primer juego de su serie aquí, los jugadores de San Luis permanecieron en el clubhouse para ver qué harían los Dodgers. Los Angeles derrotó a San Francisco para mantener vivas sus esperanzas.

Esta vez, después de perder ante Cincinnati, los Cardenales vieron a los Dodgers caer ante los Gigantes y ya empezó la cerebración.

El manager de San Luis, Mike Matheny, había dicho que lo mejor era irse a casa y no seguir viendo el juego del Dodger Stadium. Sus pupilos lo ignoraron y se quedaron en el clubhouse, una decisión que terminó siendo acertada.

"No me hacen caso", dijo un Matheny sonriente.

La realidad es que uno de los motivos de un regreso a la postemporada de los campeones es el hecho de sí haberse llevado de su nuevo manager. Entre algunas personas que no conocían a Matheny se pensaba que el dirigente novato no daría la talla, empezando su carrera como capataz en el nivel más alto.

Pero los que conocían a Matheny el jugador y la persona hubiesen sabido que tenía la inteligencia, la integridad y el liderazgo para dirigir en Grandes Ligas.

Es posible que sea imposible igualar lo que hicieron los milagrosos Cardenales del 2011, pero esta edición del equipo representa una historia digna de elogios.

Después de la celebración el miércoles en la madrugada, el gerente general de San Luis, John Mozeliak, expresó que estaba orgulloso de todo el equipo, "especialmente Mike Matheny y lo que pudo lograr con su liderazgo."

El dueño principal del equipo, Bill DeWitt, dijo que Matheny hizo "un excelente trabajo" en su primer año en la cueva.

De su parte Matheny, luego de salir del clubhouse, hizo lo que uno esperaría de él: Trató de restarle importancia a su rol en el éxito de los Cardenales.

"Si no estuviéramos en esta posición, sería difícil de aceptar porque tenemos tan buen equipo", manifestó el piloto.

A pesar de las idas de tantas figuras grandes y las muchas lesiones, los Cardeneles del 2012 no cayeron al suelo. Nadie sabe qué pasará en esta postemporada, que con dos comodines luce más impredecible que nunca. Pero sí está claro que San Luis sigue siendo un equipo bien talentoso, motivado y dirigido.