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Los Marineros aún cuentan con un núcleo capaz de dar la pelea

DENVER - Desde el punto de vista de muchas personas, los Marineros eran los favoritos para ganar el Oeste de la Liga Americana esta temporada. Hasta se pensaba que llegarían a la Serie Mundial por primera vez en la historia de la franquicia.

Pero los resultados han eludido a Seattle, que llegó a la acción del miércoles en el cuarto lugar en su división, a 10 juegos de los punteros Astros, preguntándose cómo una campaña que comenzó con expectativas tan altas pudo haberse convertido en semejante decepción.

No obstante, aun ante las quejas de la fanaticada, el club envió un mensaje al pasar el 31 de julio, la fecha límite para cambiar a los jugadores sin que tengan que pasar por la lista de waivers. Los Marineros consideran que tiene deficiencias que necesitan corregir, pero a la vez confían en que cuentan con un núcleo capaz de dar la pelea por la postemporada.

Los Tigres se desprendieron el David Price, el cubano Yoenis Céspedes y el mexicano Joakim Soria y reabastecieron su finca con prospectos. Los Atléticos canjearon a Scott Kazmir, Ben Zobrist, Tyler Clippard y Ryan Cook por prospectos. Y los Filis traspasaron a Cole Hamels, Jonathan Papelbon y Ben Revere sin recibir ni un ligamayorista probado a cambio.

Los tres equipos, que en algún momento se perfilaron como contendientes, comenzaron a reconstruir.

Pero los Marineros no.

Seattle sí hizo algunos ajustes. El club por fin tiró la toalla con respecto al desarrollo de Dustin Ackley, quien pasó a los Yankees por el relevista Mark Lowe.

Pero no hubo venta de liquidación.

Los Marineros están decepcionados con la forma en que ha evolucionado la temporada del 2015. Pero no están consternados.

Como mismo el roster remodelado de Toronto demoró par de años en acoplarse, la renovación de Seattle - la cual comenzó con una extensión de contrato con Félix Hernández que mantiene al venezolano bajo control de la franquicia hasta que termine la temporada del 2019 y luego atrajo al agente libre dominicano Robinson Canó, quien firmó un contrato de 10 años antes de la temporada del 2014 - no necesariamente es una solución rápida.

"Creo que el núcleo está aquí", dijo el gerente general de Seattle, Jack Zduriencik. "Somos mejor equipo de lo que hemos demostrado. No quisimos hacer transacciones [antes de la fecha límite del 31 de julio] simplemente por hacerlas.

"El club tenía grandes expectativas, pero ha habido muchos factores que han incidido en lo que ha sucedido".

Hubo bajas sensibles en una rotación que se esperaba que fuera el ancla del éxito del equipo. Hisashi Iwakuma estuvo fuera de acción desde 21 de abril al 5 de julio por un tirón en un músculo lateral, mientras que James Paxton ha estado fuera de acción desde el 29 de mayo por una lesión en el dedo del medio de la mano izquierda. El relevista diestro Tom Wilhelmsen (codo derecho) se perdió cuatro semanas a principios de la temporada, mientras que Charlie Furbush (bíceps izquierdo) no lanza desde el 8 de julio.

Y por otro lado está el declive de Fernando Rodney, quien encabezó las Grandes Ligas con 48 rescates en 51 oportunidades el año pasado. El dominicano ha logrado 16 salvamentos en 21 oportunidades esta temporada y ha perdido el rol de cerrador.

"Cuando hay inconsistencia al final, todo lo demás es un desastre", dijo Zduriencik acerca del bullpen.

Ha sido ese tipo de temporada.

Tomemos en cuenta que los Marineros llegaron a la acción del miércoles con mejor promedio de bateo en casa (.252) que en la ruta (.232) y una efectividad más baja como locales (3.67) que como visitantes (4.23). Pero aun así, tienen mejor foja en la ruta (27-27) que en el Safeco Field (22-31).

Revisemos los récords en casa de los seis líderes divisionales ahora mismo: Los Yankees tienen foja de 31-17 en el Yankee Stadium; Reales, 34-18 en el Kauffman Stadium; Astros 38-18 en el Minute Maid Park; Mets, 38-18 en el Citi Field; Cardenales, 40-16 en el Busch Stadium; Dodgers, 37-18 en el Dodger Stadium.

Interpretación: Los títulos divisionales se ganan en casa.

Y no se puede ignorar el hecho de que Canó bateó apenas .237 con dos jonrones y 19 remolcadas en sus primeros 61 juegos de la temporada.

"Ha sido un año extraño", dijo el manager Lloyd McClendon. "Vean los números en casa y en la ruta. Traten de entenderlos. El bullpen dominó el año pasado".

Se trata del tipo de temporada que desataría pánico en los niveles más altos de cualquier gerencia, resultando en movimientos exabruptos.

Pero no fue el caso en los Marineros, quienes ven puntos luminosos en medio de una temporada negativa.

"En mi opinión", dijo McClendon, "esta franquicia ha vuelto a ser relevante. El hecho de que la gente está decepcionada habla mucho de donde estamos y hacia donde nos dirigimos.

"Vamos por el rumbo indicado".

El camino a la cima del Oeste de la Americana simplemente está demorando un poco más de lo previsto.