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Marineros no cumplieron con expectativas del 2015

Las temporadas dominantes de Cruz y Félix fueron opacadas por la falta de consistencia en el equipo

SEATTLE - Una campaña llena de expectativas para los Marineros fue arruinada por los problemas ofensivos y del bullpen en la primera mitad, que le costó el trabajo al gerente general Jack Zduriencik, y que dejó difícil el camino a pesar de un resurgir del equipo en septiembre.

Lo más frustrante para los Marineros es que la división del Oeste de la Americana y la lucha por el Comodín parecían alcanzables, pero Seattle no fue capaz de dar el paso necesario, tras quedar a sólo un juego de la postemporada en el 2014.

"Somos un equipo talentoso que jugó una terrible primera mitad," dijo el manager Lloyd McClendon, quien tambaleó a lo largo de la temporada a la hora de señalar el por qué un conjunto que añadió a varios veteranos clave no pudo llegar a competir.

Los Marineros tuvieron una gran temporada de su recién contratado agente libre Nelson Cruz, quien parecía ser la pieza que le faltaba a la ofensiva de un equipo que ya contaba con uno de los mejores cuerpos de lanzadores en la zafra anterior.

Pero incluso con Félix Hernández concretando otra sólida campaña como as de la rotación y Taijuan Walker progresando para tener su primera temporada completa en las Mayores, los Marineros no pudieron encontrar la consistencia necesaria cuando Hisashi Iwakuma y James Paxton comenzaron con sus problemas de lesiones y además el cerrador veterano Fernando Rodney no pudo mantener el ritmo tras una temporada de 48 juegos salvados en el 2014.

El regreso de Iwakuma en julio, junto con el renacer ofensivo tras la contratación de Edgar Martínez como coach de bateo el 20 de junio, dieron destellos de lo que muchos sintieron pudo haber sido el año de los Marineros. Iwakuma protagonizó el momento más importante del año cuando le propinó un juego sin hit ni carreras a los Orioles el 12 de agosto, mientras que Robinson Canó dio la cara por la ofensiva al momento de culminar la mitad de la temporada.

Pero los Marineros no volvieron a hilvanar más de tres victorias seguidas, incluso después de que Zduriencik fuera cesanteado en agosto, cuando ya era evidente que el equipo iba a quedar fuera de la postemporada por séptimo año seguido bajo su tutela.

Record: 76-86, cuarto puesto en el Oeste de la Liga Americana.

Momento importante: Los Marineros jugaron pelota de .500 en los primeros dos meses del año, volviendo a casa con el segundo puesto en la división para el 28 de mayo, con marca de 28-28 tras llegar de una gira por Baltimore, Toronto y Tampa Bay que terminaron con record de 6-3. Pero el talón de Aquiles de Seattle en las últimas dos campañas han sido sus problemas en casa, y se repitió la historia al terminar 2-9 en los juegos contra los Indios, Yankees y Rays durante esa estadía en su estadio, en la que anotaron sólo 21 carreras en 11 juegos.

Cuando pudieron frenar la mala racha, los Marineros ya ocupaban el cuarto puesto en la división, en donde pasaron el resto del año, siendo incapaces de escalar posiciones. Aunque el equipo jugó para .500 por el resto del año, nunca pudieron lograr una racha de triunfos, hasta que lo hicieron en septiembre cuando ya era demasiado tarde.

Qué salió bien: Cruz tuvo la mejor campaña para un agente libre recién firmado en la historia del equipo. Hernández ganó 18 juegos, su segunda máxima cantidad en sus 11 años de carrera. Walker superó un comienzo lento para completar un sólido primer año como tiempo completo en la rotación, luciendo como una gran pieza en los planes futuros.

La adición de mitad de temporada de Martínez como coach de bateo produjo la chispa que ayudó a revertir la ofensiva, como lo hizo con el campocorto Ketel Marte al subir en la segunda parte del año.

Tom Wilhelmsen tomó el rol de cerrador el 24 de agosto y estuvo casi perfecto, solidificando el problema de todo el año del bullpen tras Rodney y luego Carson Smith, quienes tuvieron dificultades en ese puesto. Smith demostró ser extremadamente confiable como un setup derecho, logrando una marca de ponches para un relevista novato del equipo.

Tras subir en la mitad de la temporada, Franklin Gutiérrez le dio un gran empuje a la ofensiva, mientras que Kyle Seager estuvo sólido tanto en la tercera base como en el plato.

Qué salió mal: Las piezas nunca terminaron de engranar en el equipo. El cuerpo de lanzadores abridores tuvo problemas al comienzo, luego Iwakuma y Paxton se lesionaron. Una vez que la rotación de solidificó, la ofensiva no respondió. Para la mitad de la campaña el bateo comenzó a encenderse, pero el bullpen comenzó a fallar.

Viéndose con el rol de vendedores tras una decepcionante primera mitad, el equipo cambió a J.A. Happ, al setup clave Mark Lowe y a los jardineros Dustin Ackley y Austin Jackson. Aunque el cuerpo de lanzadores se vio afectado en un principio con los cambios, el equipo encontró balance a principios de septiembre, pero ya era muy tarde.

Los problemas de Canó en la primera mitad dejaron a la ofensiva desbalanceada, incluso con Cruz desempeñándose en un alto nivel competitivo. El receptor Mike Zunino no tuvo el desarrollo ofensivo que se esperaba y terminó la temporada en Tacoma (Triple A), y no hay otro receptor en el sistema de granjas que produzca una ofensiva confiable en su puesto.

Los jardineros Ackley y Jackson, y la banca de veteranos que incluye a Rickie Weeks, Justin Ruggiano y a Willie Bloomquist no ayudaron como se esperaba, y todos estaban fuera del equipo para el receso de mitad de temporada. Y el mayor problema de todos fue que un bullpen que tuvo la menor efectividad en el béisbol en el 2014, de repente explotó.

Mayor sorpresa: Gutiérrez comenzó la temporada en Tacoma tras estar fuera por todo el año 2014 lidiando con una condición nerviosa artrítica, pero luego de ser subido en junio, el de 32 años logró varios batazos que le dieron la victoria a su equipo, siendo parte de los jugadores encargados de compartir el jardín izquierdo. Gutiérrez fue el ganador del Guante de Oro en el jardín central en el 2010. Tras cuatro lesiones y temporadas plagadas de enfermedades, volvió con menos rapidez pero más poder y habilidad para batear.

Bateador del año: Cruz tiene poca competencia para este puesto, comenzando el año con ocho jonrones en 12 juegos, nunca despegó el pie del acelerador y tuvo una de las temporadas de poder más exitosas para un jugador en la historia de los Marineros.

Peor fueron más que sólo jonrones. Cruz mostró que puede ser un bateador completo y lideró a los Marineros en promedio y empujadas también, logrando su cuarta selección al Juego de Estrellas. Y mientras muchos se preguntaban cómo le iría al slugger en el Safeco Field, tras liderar las Mayores en jonrones al jugar la mitad del año en el Camden Yards en el 2014, el cual ha sido un parque amigable para los bateadores, Cruz se las ingenió en su nueva casa en lo que fue su primer año de cuatro de contrato por 57$ millones.

Lanzador del año: Hernández se ha llevado los honores por muchos años y en el 2015 no fue diferente. "El Rey" volvió a probar su durabilidad y dominio al registrar su 10ma campaña seguida con al menos 30 aperturas y su octava en fila con 200 entradas o más. Aunque tuvo un par de salidas poco usuales en la que fue castigado de manera contundente, que hicieron inflar su efectividad más de lo normal, Hernández estuvo sólido por la mayor parte de la campaña para lograr 18 victorias, su segunda mayor cantidad en una temporada en su carrera.

Novato del año: Aunque Marte hizo méritos al final jugando de manera sólida el campocorto, siendo el primer bate por los últimos 2 ½ meses de la temporada y convirtiéndose en lo que pareciera ser una pieza clave del futuro, el relevista Smith tuvo el mayor impacto en la campaña, llenando un puesto de gran importancia para un bullpen necesitado. Smith estuvo casi perfecto como setup derecho temprano en el año, lanzando tan bien que fue el elegido para reemplazar a Rodney cuando el veterano cerrador tuvo dificultades. Entonces Smith logró 13 juegos salvados antes de ser sustituido del tan estresante rol, pero volvió a mostrar dominio cuando regreso al puesto de setup para prepararle la escena a Wilhelmsen en los últimos dos meses, convirtiéndose en un impresionante dúo al final del bullpen.