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Nuevas esperanzas en St. Petersburg

Evan Longoria le da una importante chispa a los Rays

ST. PETERSBURG - Sin importar lo mucho que dicen lo contrario sus compañeros de equipo, Evan Longoria insiste en que no es el salvador de los Rays.

"No soy el salvador", dijo Longoria antes de su primer partido de regreso de una lesión en la corva izquierda que lo hizo perder 85 encuentros. "Sí, estoy contento de estar de vuelta y espero poder cambiar la cara del lineup. Espero brindar una chispa para que arranque la ofensiva...

"Pero por lo menos no trataré de poner todo el peso sobre mis hombros."

Y luego, una vez más, dijo, "No soy el salvador".

Sin embargo, después de la victoria del martes de Tampa Bay sobre Toronto en el Tropicana Field, la mayoría de lo que se habló fue lo mucho que significó el retorno de Longoria para un equipo que pretende llegar a postemporada por cuarta ocasión en los últimos cinco años.

"Parecía que los muchachos tenían una chispa diferente hoy", dijo James Shields, el lanzador ganador de los Rays el martes.

El mejor momento de Longoria fue en el primer inning, cuando dio un fuerte batazo al jardín derecho frente a J.A. Happ. Quedó corto de ser jonrón, pero terminó siendo un elevado de sacrificio que le dio una ventaja de 2-0 a Tampa Bay.

Longoria luego conectó sencillo por el medio del terreno para ponerle fin a su noche con el bate.

"No hubo nada negativo hoy", dijo el tercera base. "Siempre es bueno estar de regreso aquí. Me hizo falta."

Lo que está por verse es si Longoria marcará la diferencia para que los Rays lleguen a los playoffs. Todo el mundo sabe que la anémica ofensiva ha sido su talón de Aquiles este año.

"Cuando vuelve un muchacho como Longo, la gente va a ponerle muchas expectativas innecesarias e inalcanzables", dijo el manager de los Rays, Joe Maddon. "Simplemente hay que salir a jugar tu juego. Ser tú mismo, un día a la vez. Y si él puede hacer eso, quedaré bien complacido."

Después de perderse 85 partidos, será prácticamente imposible que Longoria vuelva a su mejor forma. Por el momento, será principalmente bateador designado por Tampa Bay.

"De cualquier forma que lo veas, él mejora el lineup", dijo el compañero de Longoria, Matt Joyce. "No es fácil perderse tanto tiempo y volver como estabas antes. Es muy difícil. Evan es uno de los mejores, un pelotero élite, entonces creo que podrá hacerlo más rápido que la mayoría. Pero es difícil esperar que él cargue con todo."

Creo que un solo jugador, aunque sea uno del calibre de Longoria, no puede hacer todo lo que se espera de él a esta altura de la temporada. En Tampa Bay se necesita más de un solo bate.

"Hay una vibra diferente ahora", dijo Longoria al referirse a la intensidad de Grandes Ligas. "Hay mucho en juego. Al principio del año hablamos del mucho tiempo que queda. Ya no es temprano en el año. Hay mucho en juego con cada partido y cada pitcheo."

En 23 encuentros desde el Juego de Estrellas, los lanzadores de los Rays encabezan las Grandes Ligas con efectividad de 2.28, 233 ponches y un promedio de .198 en contra.

Pero antes de que Sean Rodríguez empujara con sencillo a Ryan Roberts en el segundo inning del juego del martes, los Rays habían jugado 22.2 entradas sin anotar. Durante ese trecho su promedio colectivo había bajado a .230.

Cuando Longoria se lesionó el 30 de abril en un intento de robo, bateaba .329 con cuatro cuadrangulares y 19 empujadas. Tampa Bay tenía récord de 15-8 y tenían ventaja de un juego sobre Baltimore en el Este de la Liga Americana.

Sin Longoria, los Rays tuvieron 41-44 y les costó mucho anotar carreras. Es poco decir afirmar que necesitan que el bateo respalde su gran pitcheo.

Sí, la presencia de Longoria mejora el ataque de Tampa Bay y la forma en que se le lanza al equipo. Pero al fin y al cabo, un regreso a postemporada para los Rays requerirá de aportes de todo el mundo.

El regreso de Longoria se celebró con una victoria. Y cuando el estelar dice que no es el salvador de la temporada, hay que creerle. Pero su presencia le da a Tampa Bay una esperanza que ha hecho falta durante la mayor parte del 2012.

¿Quién sabe qué tan lejos eso podrá a los Rays?