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Poder de Salvador multiplica su valor en los Reales

KANSAS CITY - El desarrollo de Salvador Pérez como bateador de fuerza ha sido tan impresionante que al dirigente de los Reales de Kansas City, Ned Yost, no le sorprendería que todos los años fuera capaz de conectar 20-25 cuadrangulares.

Parece mentira que se trata del mismo pelotero que apenas se fue para la calle en una ocasión en sus primeros 91 encuentros - diseminados entre más de dos temporadas- a nivel de las bajas menores en el béisbol profesional norteamericano.

"Pienso que el poder se va desarrollando más tarde para los peloteros jóvenes", analizó Yost ante una pregunta de LasMayores.Com. "Usted ve el caso de [el jardinero central] Lorenzo Cain, cuyos números se van incrementando. Con Salvador ocurre algo similar.

"Suben aquí [a la Gran Carpa] y aprenden cómo batear y cómo hacerlo con poder, pienso que eso es la forma como se desarrollan los peloteros a la ofensiva", agregó Yost. "Cuando comentaban [los expertos] el año pasado que no pegábamos jonrones, yo decía que sí teníamos esa habilidad. Salvador es un tipo fuerte. Y este año todo se ha acelerado mucho más".

Los comentarios de Yost no son palabras que se van con el viento. Antes del segundo partido de la Serie de Campeonato en Kansas City, los Reales habían disparado nueve cuadrangulares en la postemporada de 2015. En la campaña regular, los campeones del Centro de la Liga Americana batearon 139 palos de cuatro esquinas, su mayor cantidad desde la contienda de 209 (144).

Con cada temporada, ese desarrollo de Pérez, de 25 años de edad, como bateador de alto metraje, se ha incrementado, de 11 jonrones en 2012, a 13, 17 y así sucesivamente en camino a un tope personal de 21 en 2015. Y esa fuerza se ha trasladado ahora más allá de la justa regular.

Los cuatro bambinazos de Pérez en postemporadas ya lo igualan con Willie Mays Aikens en el tercer puesto en la historia de la franquicia en los playoffs. Solamente lo superan el legendario George Brett (10), integrante del Salón de la Fama y Mike Moustakas (5), actual tercera base del equipo.

Entre los receptores, la lista de más jonrones en una sola postemporada la encabeza el boricua Sandy Alomar Jr., con cinco en los Play-Offs de 1997 con los Indios de Cleveland. Salvador lleva tres en la postemporada de 2015.

La fortaleza con el madero de Pérez es solamente uno de los muchos aspectos en los que el receptor venezolano de los Reales se ha afianzado como uno de los pilares de la novena dirigida por Yost.

"El tipo [receptor] más duro que he visto era Jason Kendall y Sal ya se le empareja", comparó Yost poco antes del segundo juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana. "Es impresionante la cantidad de castigo que recibe y es capaz de volver a la alineación día tras día".

La calidad de un catcher no se limita solamente a su capacidad como bateador ni su fortaleza física. Quizás lo más importante para un careta de las Grandes Ligas es la forma como conduce su cuerpo de pitcheo y en eso Pérez ya es un maestro".

"Siempre hay una conversación con lujo de detalles entre Salvador y todos nuestros lanzadores", comentó Yost. "Trabajan bastante con los videos. Observan qué hacen los bateadores del otro equipo, cómo reaccionan ante los envíos rompientes, las rectas, los cambios. Y eso lo usan en el plan de trabajo que tienen para cada juego. Lo estudian y están siempre en la misma página".

Si es necesario cambiar ese plan de batalla, Pérez se pone de acuerdo sobre la marcha con el lanzador de turno.

"Me propuse [el viernes] lanzar adentro, así como a ambos lados del plato, pero cuando veníamos desde el bull pen le comenté a Salvy cómo se le podía lanzar a cierto bateador y cambiamos todo el plan", relató el dominicano Edinson Vólquez, ganador del primer partido. "Sabemos que ellos tienen muchos bateadores de poder y él dijo '¿Qué te parece si lanzamos abajo y afuera?'. Le contesté, 'sí, me siento sexy hoy'".