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Rizzo y los Nacionales creen que aún tienen con qué ganar

BOCA RATON, Florida - Una vez que fue capaz de asimilar la decepción de la temporada pasada, el gerente general de los Nacionales, Mike Rizzo, respiró profundo en par de ocasiones y llegó a dos conclusiones razonables:

• Va a contar con un equipo lo suficientemente bueno como para ganar la Serie Mundial en 2016. Esto lo sabe bien. Está convencido de ello.

• De pies a cabeza, su organización sigue siendo una de las mejores y está en posición de seguir siendo competitiva durante mucho tiempo.

Rizzo tuvo que lidiar varias veces con ese par de pensamientos mientras trataba de analizar qué salió mal durante una temporada en la que un club considerado el mejor del Viejo Circuito terminó con récord de 83-79 y a siete juegos de los Mets en el Este de la Liga Nacional.

¿Qué sucedió? Rizzo se siente incómodo con esta pregunta. El directivo sabe que su respuesta no será la más adecuada.

"No quiero sonar como que estoy poniendo excusas", declaró Rizzo. "Reconocemos lo hecho por los Mets. Los Mets ganaron la división. Nosotros no la perdimos. Esa es la manera en que lo veo. Ellos fueron mejores que nosotros. Ellos son los reyes de la división y ahora nos toca tratar de destronarlos".

Por otro lado…

"Pero a uno le gustaría contar con sus caballos", dijo Rizzo. "Tratamos de explicarlo. Una cosa es la oportunidad, pero cuando te pierdes cientos de juegos en la lista de lesionados con tus mejores jugadores - y varios de ellos visitaron la lista dos o tres veces a lo largo del año - es bien difícil. Nunca pudimos entrar en ritmo; nunca pudimos conseguir esa sinergia en el lineup. Eso de alguna manera nos quitó nuestra energía al final".

Rizzo no toleró el decepcionante cierre de campaña de su equipo y decidió despedir al manager Matt Williams, para así comenzar con un proceso de búsqueda de nuevo dirigente que terminó con la contratación de Dusty Baker.

Ah, Dusty. Si Rizzo desea que la suerte de los Nacionales cambie en el 2016, el liderazgo y carisma de Baker tendrán mucho que ver. Sus 19 temporadas como jugador y 3,176 juegos dirigidos desde la cueva traen una credibilidad inmediata al clubhouse.

"Dusty trae euforia, energía; la creencia de que todo puede lograrse", destacó Rizzo. "Todos esos años de dirigir desde la cueva. Cuenta con grandes habilidades como timonel. Seguramente le sacará el mayor provecho a cada jugador en su roster".

Ahora, en cuanto a ese roster. Los Nacionales serán un equipo diferente en el 2016, pues se espera que tres de sus mejores jugadores - el derecho Jordan Zimmermann, el campocorto Ian Desmond y el jardinero central Denard Span - dejen el club para probar la agencia libre.

Rizzo saldrá en busca de opciones, pero tres aclamados prospectos - el campocorto Trea Turner (2do mejor prospecto de la organización), el jardinero central Michael Taylor y el derecho Joe Ross - podrían terminar llenando esas vacantes.

Cuando observas con detenimiento a los Nacionales, cuando revisas bajo el cofre y miras todas estas piezas, se puede ver un club que debe de ser protagonista en el 2016.

Ese es el punto que en ocasiones suele perderse. Los Nacionales han ganado. Sólo que no han ganado lo suficiente. Desde su surgir en el arranque de la temporada del 2012, sus 363 victorias de campaña regular ocupan el tercer lugar en la Liga Nacional, solamente detrás de los Cardenales (375) y Dodgers (364).

Pero Washington sólo ha hecho dos viajes a la postemporada en esos cuatro años y apenas pudo conseguir tres victorias en octubre. Rizzo sería el primero en decir que eso es inaceptable.

El principal deseo de Rizzo es que los Nacionales sean un equipo más sano. Si el club logra ahuyentar el "fantasma" de las lesiones en el 2016, quizás podamos todos hacer una valoración acertada y justa de su trabajo.

El primera base Ryan Zimmerman, el jardinero izquierdo Jayson Werth y el infielder Anthony Rendón se perdieron 223 partidos de manera combinada en 2015, mientras que el derecho Stephen Strasburg pasó un mes en la lista de lesionados.

A pesar de ello, los Nacionales lograron anotar 703 carreras, la tercera mejor cifra en la Liga Nacional. Bryce Harper tuvo una temporada impresionante en la que conectó 42 jonrones y tuvo OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de 1.109, digna de llevarse el trofeo como Jugador Más Valioso.

En otras áreas, los Nacionales no fueron lo suficientemente buenos. La rotación dio un paso atrás y Rizzo probablemente cuente con un par de jóvenes -- Ross y Tanner Roark - en el quinteto abridor detrás de Max Scherzer, Strasburg y Gio González.

Donde Rizzo tendrá que ingeniárselas es en el bullpen. Primero, ¿traerá de regreso a Jonathan Papelbon, quien provocó un altercado con Harper en el dugout en septiembre?

"Él y Harper han hablado al respecto", reveló Rizzo. "Harper se acercó a él, mostrando una madurez y liderazgo que lo ha llevado al siguiente nivel. Hicieron las paces. No creo que eso sea un problema en el futuro. Ambos desean ganar. Ambos son competitivos. Ellos sienten que con ambos en el equipo, tenemos una mejor oportunidad de ganar".

Rizzo también está preparado para adquirir a relevistas. Con la clase de rotación que tiene, con Harper en la parte gruesa del lineup y con un toque de salud, los Nacionales todavía podrían llegar a ese lugar al que Rizzo quiere que lleguen.

Esas 363 victorias en las últimas cuatro temporadas - un promedio de casi 91 por año - son un indicio de que, a pesar de las decepciones en octubre, los Nacionales han hecho más cosas buenas que malas. Es ahí donde Rizzo esperó llevarlos cuando asumió el puesto de gerente general hace seis años.

Rizzo deseaba armar al equipo a base de sus prospectos y talentosos brazos para ganar. Y eso es exactamente lo que los Nacionales han hecho. Lo pendiente ahora es dar el siguiente paso.

"Tenemos a un equipo que creemos puede ganar hoy", aseguró Rizzo.