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Sigue siendo el as de ases

Castrovince: Verlander todavía es el mejor abridor de la L.A.

Rápido: Nombre al mejor lanzador abridor en la Liga Americana.

¿Usted dijo Justin Verlander, verdad?

Por favor dígame que su respuesta fue Justin Verlander.

Por supuesto que usted dijo Justin Verlander.

Es así de fácil. En este momento, Verlander es el mejor pitcher en la Liga Americana, sin lugar a debate.

En las últimas tres temporadas, Verlander ha registrado el promedio de efectividad más bajo (2.79), la marca más baja de Pitcheo Independiente de Fildeo (3.01), la mayor cantidad de ponches (708), el mayor número de victorias (59) y el porcentaje de victorias más alto (.728) que cualquier lanzador de la Liga Americana. En ese periodo, el derecho ha registrado 75 salidas de calidad, sólo segundo detrás de Jered Weaver (76), y ha lanzado 713 2/3 innings, apenas detrás del venezolano Félix Hernández (715 1/3).

Y anecdóticamente, el Factor Verlander -- esto es, el hecho de saber que el turno de lanzar de Verlander en la rotación de los Tigres se acerca y que será una pesadilla si te toca enfrentarlo en la próxima serie -- es, por supuesto, incalculable.

Ahora, nada de esto tiene que ver con la lucha por el trofeo Cy Young en 2012, porque los premios Cy Young, otorgados por la Asociación de Cronistas de Béisbol de Estados Unidos, se basan en los números de una sola temporada, no en toda la carrera del lanzador en cuestión.

A pesar de ello, esto tiene todo que ver con la carrera por el Cy Young en la Liga Americana en 2012, cuyo ganador será anunciado este miércoles. Porque hasta y al menos de que alguien tumbe a Verlander de su pedestal, incluso en un periodo de seis meses, el derecho de los Tigres permanece como el No. 1 entre los No. 1.

Verlander es el dueño de este puesto, y lo seguirá siendo hasta que alguien demuestre que no merece ganar el Cy Young por la Liga Americana en años consecutivos desde que lo hizo el dominicano Pedro Martínez (1999-2000). Los contendientes de este año no hicieron lo suficiente para desbancarlo. Con esto no quiero decir que David Price de los Rays ni Weaver de los Angelinos, los otros dos finalistas para llevarse este reconocimiento, no tuvieron grandes temporadas, porque en verdad sí lo hicieron. Pero esas temporadas simplemente no fueron dramáticamente diferentes o mejores a la de Verlander en cualquier estadística que no sea el total de victorias.

Tanto Price como Weaver finalizaron con foja de 20-5, mientras que Verlander tuvo 17-8. Y sí, Price tuvo el promedio de efectividad más bajo de la liga, con Verlander finalizando en segundo puesto. Pero observando de cerca a estos tres serpentineros, las diferencias entre sus promedios de efectividad (2.56 de Price, 2.64 de Verlander y 2.81 de Weaver), sus promedios WHIP (Bases por bolas más hits entre el número de entradas lanzadas) (1.02 de Weaver, 1.06 de Verlander y 1.10 de Price) y el OPS en contra (.601 de Verlander, .602 de Price y .605 de Weaver) son insignificantes.

Entonces vemos la carga de trabajo de todos ellos y notamos que Verlander lanzó 27 1/3 innings (o más de tres juegos completos) más que Price y 49 2/3 innings (5 1/2 juegos) más que Weaver.

Luego nos damos cuenta que Verlander dominó de igual manera a equipos con récord ganador (PCLA de 2.63) que a equipos perdedores (2.66), y que tuvo marca de 2-0 con efectividad de 1.69 en contra de un equipo de los Medias Blancas a quien los Tigres destronaron de la cima para llevarse la División Central de la Liga Americana.

También notas que Verlander fue aun mejor en las últimas entradas (.194 de promedio de bateo en contra, índice de ponches por cada base por bolas de 5.30) de lo que fue en los primeros innings de cada partido (.216, 3.67).

Y por si esto fuera poco, podemos notar que la marca WAR de Verlander (7.6) fue la mejor para cualquier pitcher de Grandes Ligas, de acuerdo con Baseball-Reference.com.

Esa es la clase de números que hacen de Verlander un salvador del bullpen y una fuerza inspiradora capaz de cambiar el juego. Un as en toda la extensión de la palabra, a pesar de lanzar para uno de los equipos defensivamente más pobres de la liga y obtener el 15to promedio más bajo de carreras a favor entre los 88 abridores que califican en Ligas Mayores.

"La única cosa que realmente me preocupa es el total de triunfos", manifestó Verlander recientemente, cuando se le preguntó su opinión acerca de sus posibilidades de llevarse el Cy Young, "pero creo que en los últimos años hemos visto que los votantes se fijan más allá del total de victorias y toman un poco más en cuenta las demás estadísticas. Creo que eso pudiera beneficiarme".

Lo que dijo Verlander es muy cierto. El derecho pudiera no tener las credenciales para llevarse el trofeo al JMV como las tuvo en 2011, pero sus números en general lo hacen permanecer como el mejor en su clase.

Una vez más, Verlander es el mejor pitcher en la Liga Americana, hasta y a menos de que alguien más demuestre que es mejor que él. Nadie hizo eso en 2012, y por eso Verlander merece ganar su segundo trofeo Cy Young de manera consecutiva.