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Vólquez supera el pánico para lanzar a lo grande

KANSAS CITY - La clave para los lanzadores de calidad es no dejarse aterrorizar por los momentos difíciles que se le puedan presentar en un juego. De allí el éxito del dominicano Edinson Vólquez en el primer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana en la victoria de los Reales de Kansas City por 5-0 sobre los Azulejos de Toronto.

"La clave es no entrar en pánico", confesó Vólquez luego del gran trabajo que derivó en la primera victoria de su trayectoria en la postemporada. "Hay que mantener la situación bajo control y tratar de hacer muchos lanzamientos de calidad. He estado antes en situaciones como esa y sé cómo salirme de entradas de ese tipo".

Vólquez permitió apenas dos hits en sus seis entradas en blanco frente a los Azulejos para darle a los Reales una ventaja de 1-0 en la Serie de Campeonato de la Liga Americana ante una concurrencia plena de 39,753 espectadores en el Kauffman Stadium de Kansas City.

Tal fue la magnitud de la faena de Vólquez ante los Azulejos, conceptuados como uno de los equipos más poderosos del planeta, que el dominicano es el primer serpentinero en la historia de los Reales que permite dos hits o menos en seis episodios en un partido de la Serie de Campeonato.

De paso, Vólquez es únicamente el décimo pitcher en la historia de esa competencia que logra esa combinación y el primero desde que el venezolano Aníbal Sánchez lo hiciera con los Tigres de Detroit en el primer encuentro de la Serie de Campeonato de la Liga Americana en 2013.

Un excelente trabajo en ambas esquinas del plato a las órdenes del receptor venezolano Salvador Pérez fue enorme en el desenlace positivo para Vólquez, pero tuvo que superar la pesadilla de un sexto inning en el cual tiró tantos como 37 envíos de los 111 en total que hizo en el juego.

"Miré para allá [el bullpen] y nadie estaba calentando", describió Vólquez. "Luego observé hacia el banco y lo vi sentado allí [al dirigente Ned Yost]. Me dije entonces, 'bueno, todavía puedo seguir lanzando''.

Lo que no sabía en ese momento Vólquez era que un bateador más iba a significar su salida del importante encuentro.

"Uno más y lo íbamos a sacar", admitió Yost. "Eddie fue superior hoy, le funcionaba todo. Tenía tremenda recta y la localizaba bien. Buena curva, buen cambio y atacó con sus lanzamientos desde la primera entrada. Todavía mantenía buen material a ese punto [el sexto inning], pero si perdía a ese último bateador íbamos a traer un relevista".

¿Acáso pensó Vólquez que tenía tanto en la bola -alguien le gritó que llegó a tirar sus envíos a 96-97 millas por hora- que mareaba por completo a los bateadores?

"No lo sé, no lo sé, solamente tiraba mis pitcheos", precisó Vólquez, que se sintió bien motivado por la faena de su paisano y amigo Johnny Cueto en el quinto partido de la Serie Divisional frente a los Astros de Houston. "No sé si los frustraba o no [a los bateadores]".