El venezolano Gleyber Torres ya superó el total de jonrones que conectó en cada una de las pasadas dos temporadas. Aunque el cuerpo de coaches de los Yankees apunta a una mejora en su mecánica y en un mejor acondicionamiento como las causas de su incremento de poder, en el Día de Padre, no puede obviarse otra explicación lógica: La clásica fuerza de un papá.

Torres y su esposa, Elizabeth, le dieron la bienvenida a su hijo, Ethan, durante la pretemporada de este año. Junto a una cuna en el hospital, bajo una amorosa mirada, Torres dijo que sintió el peso de la paternidad, sintiendo un incremento en la responsabilidad de proveer para su familia.

“Cada jugador tiene una motivación, pero ahora yo tengo una extra”, dijo el venezolano. “Todo cambió. Cada mañana, antes de los juegos, es especial ver a mi bebé crecer cada día más, poco a poco. Cada vez que voy al estadio, sé que tengo un bebé esperándome en casa”

Torres dijo que recibió muchas palabras de apoyo de parte de sus compañeros, incluyendo a su manager Aaron Boone, quien le ofreció un consejo que recuerda muy bien, advirtiéndole a Torres que Ethan lo reconocerá cada vez más, haciendo que cada día sea más difícil salir de la casa.

“Recibí muchos consejos cuando nació. Todo me ha ayudado”, mencionó Torres. “Intento ir a todos lados con él, pero sé que habrá ocasiones en las que tendrá que quedarse”.

Cuando los Yankees están en casa, Torres es un papá a tiempo completo. El joven Ethan ciertamente le ha mostrado a su padre su gran apetito, aunque el venezolano dice que no le teme a cambiar pañales.

El intermedista de los Yankees está frecuentemente haciendo videollamadas cuando el club está en la carretera. Torres admite estar pensando en el futuro desde ya.

“He estado pensando en cómo puedo brindarle una buena educación”, mencionó. “Sé que aún falta mucho, pero ya estoy pensando en eso y en hacer lo mejor posible para él. Es genial. Espero que juegue béisbol”.